Siempre preguntas que pienso, cuando nada hago...
Porque sabes que en mi silencio hay tristeza
No obstante, tu pregunta no tiene respuesta.
Estoy en mi pequeño gran mundo.
Confusión...
Sentir tu calor y tu entrega,
tus caricias siempre acompañadas de sonrisas
llenan este vacío que deja mi familia.
la única razón de mis viajes. Mis hijos.
Una ha asumido sus compromisos, ya no me pertenece
De ella, me alegro saber que intenta ser feliz
es la garantía de ser joven,
con su ingenuo y maravilloso hijo
aprende la difícil misión de ser a la vez
madre y estudiante.
De fregar corotos, montañas de ropas
que esperan un turno en la lavandería.
Mi otro gran amor,
intenta burlar las barreras carcelarias
que le impone una abuela ciega por el odio
Y una madre que no existe, sino en papeles
se convierte en cómplice
de desaires para un padre que solo ama.
Pero estás aquí, Jossira
Te sientas a mi lado, y ya estoy en crecimiento
te hago una proposición, que no crees
más bien te asusta.
Mañana no estaré
cruzaré nuevamente el Atlántico.
Esperando volver quizás muy pronto...
No lo sé. Futuro incierto.
Me llevo tus sueños, en mis esperanzas
y un amor. El tuyo.
Que se clava en mi pecho,
que se interna en mi piel
que pide a gritos un abrazo
una caricia positiva
o una mirada tierna.
Me sumo en la profundidad de tus ojos negros.
Más no logro descifrar tu pensamiento.
Te busco en mis noches de soledad.
Aquí estás.
Despierto y noto que has compartido mi lecho.
Gracias
Deja sentir tu aliento y tu respiración.
Para sentir que también vivo
Quiero seguir viviendo,
quiero una oportunidad,
quizás la última.
Deja sentarme a los pies de tus ojos
para mirar juntos
un nuevo sendero.
familia que me alegra la tuya:
Sinceridad, humildad y honestidad.
Gracias por estar, por ser y por existir.
Jossira, mi negrita bella.
Deja que te besen mis palabras,
si es que algún día regreso a tu vida
a tu corazón
a esos hijos que han de venir
Gracias amor...
te beso hoy, lo haré mañana en la distancia.
Maturín, marzo 2005-Venezuela
