
Cabalgaré sobre las praderas del crudo silencio
desmalezando los follajes de la inerte agonía de tu adios
Serás condena y consuelo de la misma pesadilla
porque aún sabiendo que existes, no estás...
Evocando mis versos, nutriré mis existir
y llorando mis penas, desangraré tus recuerdos...
Nadaré junto al sol del Caribe y
descansaré a la luz de los ciruelos en primavera.
Saciaré todas mis energías en los manantiales andinos
y lloraré en los desiertos de tus caricias...
Moriré, para volver a vivir...
Quizás. consiga encontrar tu sinceridad
mientras, nuevamente aprendo a caminar...