Lucero del Alba

Donde nos lleven los sueños, ahí estaré...

Seguiré en la espera eterna de saberte lejos,

distante, inalcanzable,

pero feliz que existas aún en la soledad

que se adentra en mi ser,

dejando el único espacio que queda por morir de tí...

Mi corazón.
Espacio que con el correr

de todos estos años se va reduciendo,

dejando apenas lugar para las vagas palpitaciones

que indican el paso del tiempo en mis días sin tí...

Seguiré esperando un Lucero en el Alba,

que ilumine mis días... por vivir.
Y cuando llegue la aurora

sentiré el gozo de tu mirada

sobre mi piel gastada,

y aunque mis manos temblorosas

no puedan ya escribir

el dictado del aturdido corazón,

rezaré, dando gracias a Dios

tu existir en la virtualidad de una fria pantalla.

Villa Alemana, Chile 2007