2007/10/27
Pamela Francisca
Vibra el alma en este silencio
del pensamiento infinito.
la noche se ha hecho larga... no avanza.
Agonía ésta, que consume.
Me acostumbré a toda prisa, sufro tu ausencia
Llamada telefónica que también se hace esperar
Cala mis huesos,.penetra mi piel
Arremete con fuerza. Arrincona mi corazón.
Más... no apareces.
Un consuelo...
me refugio en la frialdad
de esta vieja iglesia de piedras
en un Helsinki prestado.
Lejos de Los Andes y de Peñalolén
para pensar y
Saber que existes,
aún en esta agonía
Helsinki-Finlandia Mayo 2007
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Que envidia, el poder tener tiempo para leer todo lo que escribes, y sobretodo escribir todo ello.
ResponderEliminarComo lo haces?
Adelante amigo, gracias por tus hermosos poemas
Juan Chandia