Patricia, en todas las redes ning, tus muchísimos amigos hacen eco de solidaridad en este momento dificil, en que nuevamente has probado del trago amargo de la despedida, esta vez de tu amado progenitor.
Nuestras palabras, se confunden en la emoción y el cariño inmenso del cual te has hecho acreedora.
Un don bendito pesa como una humilde pluma sobre vuestros hombros, pues tu corazón embalsamado en la bondad infinita, te permite expresar esa benevolencia tan noble y tan sincera para tu prójimo.
Hoy cuando, el velo del pesar nubla tus ojos, recibe de este humilde servidor y amigo, mis palabras de estima y consideración.
Qué puede hacer un amigo en estas circunstancias ? .
Elevar mi oración junto a la de todos los bienaventurados que han tocado a tu puerta y decirte; Hermana estamos contigo.
A la divina Providencia, rogamos misericordia para tu atribulado corazón, para vuestros familiares nuestros votos de resignación, en la esperanza de saber que la muerte es un compromiso que se adquiere al momento de nacer, y tarde o temprano, nos toca el turno de partir.
De nosotros no quedan sino las buenas acciones y un solo Juez, nuestro Dios.
Nelson Urra, en la lejanía de nuestras patrias te abraza en la espiritualidad que reina sobre esa luz bendita que calmará tu corazón y te dará fuerzas para seguir adelante.
Mi querido Nelson, me uno a tus palabras, espero que le envíes a Patricia mis saludos y la firme convicción de que su padre no se ha ido, está dentro de su corazón, sólo se ha adelantado un poco al viaje que todos haremos ¡Que poco sentido tendría la vida si no se perpetuara en la muerte! Besos y abrazos para los dos.
ResponderEliminarGracias Amigo querido y disculpa no haber tenido el tiempo de venir antes, apenas hoy di con tu Blogger personal...es muy emocionante encontrar este texto, debido a la partida de mis padres
ResponderEliminarGracias una vez más
La verdad que me alegra conocer en la web a personas que me estiman y me entregan cariño incondicional. Creo también deje un mensaje en su tiempo oportuno en UHE.
Gracias siempre
Pat