me embriago en el nectar de tus poros
me deslizo en el tobogan de tus caderas
seductoras que pervierten mi locura sin medida.
Penetro mis instintos salvajes dentro de tu ser.
en este volcán que explota, cual cráter orgasmico.
y largas noches de agonía prolongada.
Susurro y me trepo al árbol prohibido, ahora sin manzanas
pues la desnudez del calvo otoño, se avecina
para dejarme a la intemperie de tus cuidados...
Dormiré en este crudo invierno para copiar fuerzas,
que me abraza con tu fuego,
Besando me despido de ti...
Y espero volverlo a vivir junto a ti....
nelson@urra.nu
Suecia, julio 05.2012
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