
me embeleces, me seduces; incitando a compartir tus noches
de pasión desenfrenada.
¿Qué desaforada necesidad te provoca mi cuerpo?
¿Qué poseo que mis néctares procuras?
Porque te deseo vehementemente;
en la misteriosa quietud de mis noches,
cuando en mis sueños llegamos a ser uno,
mientras nuestros sedientos labios
se abren a la misteriosa entrega del amor.
¡Oh pasión infinita,
surgida en la calma insaciable y silenciosa del corazón!
Alejandra Moraga, Australia Oct.2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario
De
País.
e-mail
Mensaje: