Dejo mis manos,
Deja que sean ellas, las viajeras en tu
próximo peregrinar por el amor
Y en la desnudez de tu cuerpo sediento y embriagado
Deja que me deslice en el tobogán de tus caderas
Para quedarme en ese punto ardiente
Debajo de tu vientre, donde tu geografía
Resplandece a la luz de mis deseos..
Acariciaré cada rincón de tu cuerpo,
Me treparé por los andamios que formas con tus cabellos
Para llegar a besar tu frente, para jugar en tus ojos
Para quedarme en tu mirada y sentir tus latidos…
Bajaré a tus descalzos pies para rendir los tributos
de mi agradecimiento, para lavar con lágrimas
Me sumiré en tus nalgas, las aprisionaré
Me quedaré abrazado a ellas, sintiendo
Tu calor y esa humedad incitadora
Que obliga a renunciar a mi despedida.
Mis manos recorren la dulce epidermis
Tocan tus duros pezones,
Para deleitar mi mirada, mientras
Viajas en los alaridos sensuales y atrevidos
De tus orgasmos benditos
Que me indican, aún en ocaso de mi vida
Cuan feliz logramos juntos vivir y compartir.
Deja que mis manos acaricien por penúltima vez tu cuerpo
Y mañana tu desnudez se nutrirá de recuerdos
Para que continúes tu viaje, donde yo he de esperarte
Por siempre…
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