He robado de tu piel un poco de aroma
Quizás unas gotas del embriagado sudor
del manantial de tu epidermis.
Lo toco con la yema de mis dedos,
Lo llevó a mi nariz y es tu olor que se ha quedado
impregnado como tus besos que saben a miel.
Y tus abrazos que no me quieren soltar…
Te has quedado desde siempre,
Ya tu presencia se hace indispensable en mi vivir
Quizás vuelvas a estar mañana en la cita de siempre
Justo al mediodía de mi existir, cuando la Luz
Está en su punto máximo, para yo estar en ti…
Deja saborear esta delicia de saberte mía…
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