VI

El odio y el rencor no existen en tu léxico.

Nada utilizas, que te pueda dañar.

Cerros de papeles, tesoros , recuerdos vivos,

tarjetas de creación artesanal,

encierran la magia de una mujer que no solo te ama...

te dio la vida.

Nos parecemos tanto.

Y no nos hemos quedado en el pasado.

Me has dejado ser lector de esa profunda reflexión de tu existir,

sabiendo que la inevitable muerte habrá de tocar nuestra puerta...

Pero cuando esa hora esté cerca de ti.

Seguro la recibirás en la paz y en la quietud

de saber que has vivido intensamente cada día.

Gracias por dejar estar presente

en ese ritual de besar a tus progenitores,

antes de comenzar el viaje

de los sueños reparadores de energía.

Quisiera decirte,

hay un pensamiento latente que me obliga a pensar tu adiós,

es un miedo inexplicable, de vivir de nuevo sin ti..

Es verdad.

Me asusto de ti y de mí.

Han sido tantas las despedidas

han habido tantos dolores en ellas,

me rehuso a partir de ti.

Sufro al pensar tu adiós...

en tu sinceridad que desde ya siento,

Me ayudará a saborear el trago amargo de la despedida.