Juan Carlos:
Sentimiento bendito que aflora en un abrazo fraternal. Te aprieto junto a mi corazón y siento también tus latidos. Palabras que no puedo pronunciar. Un nudo oprime mi garganta. Quiero decirte...
Gracias. muchas gracias. Qué felicidad ésta del reencuentro, tres meses de compartir que serán recordados como los mejores junto a ti en los últimos 25 años.
Gracias infinitas por ese hermoso gesto de tu gran regalo de cumpleaños. Será por siempre mi mejor cumpleaños Cuecas, para celebrar 45.
Gracias por dejarme estar en tu hogar y en tu " Don Pan " . Siempre estarán las fotos para el recuerdo ,es decir, constancia de mi paso por casa.
Gracias por ser tan noble y varonil al aceptar lo que un día fue tan solo una forma de ayudar, más tarde se convirtió en un sentimiento. Quién sabe mañana en odio.
Gracias por respetarme y solidarizarte en silencio. A ella como a ti, también la amo. he apostado fuerte a ganador, pero sin tu ayuda, no lo hubiera logrado.
Gracias por cada una de las mesas servidas, de los asados, de los roncitos, de tus canciones y de tus gestos. Como todo tiene un final el nuestro quedará gratamente cicatrizado.
Conocernos y compartir, nos nutre. Por supuesto con nuestros muchos defectos y las muy pocas virtudes.
Pero el resumen final se traduce en SINCERIDAD. La deuda económica, de seguro será cancelada pero esa deuda de calor humano que recibí no lo podré solventar, creo que permanecerá eterna e impagable.
En este momento, cuando me encuentro nuevamente solitario en la sala de espera de unos de los tantos puertos aéreos de mi peregrinar, me despido, sin querer hacerlo.
Cuánto duele esta despedida. Pero lo hago utilizando uno de tus términos que por cierto muy bien te queda.
Gracias, mi hermano querido del alma.
Pudahuel-Chile Enero 2007
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