Susan Lowenstein

Esto que comenzarás a leer, es un pequeño fragmento de un gran poema. Tu decisión, será respetada, aún en mi dolor y agonía, en el tiempo y en la lejanía...

Y trata precisamente de lo bello que se vive en pareja, en la lejanía de un cuarto de hotel. Con todo ese silencio y ese olor a nuestros cuerpos embriagados de amor. Besos, sudor, sueños y esperanzas que se mezclan cuando dos cuerpos que se aman, se abrazan fraternalmente para decir, “te quiero”.

Hoy cuando el camino pareciera estar en el último recodo. Quisiera nuevamente recordar que cuando se está en esta quieta habitación, se ama y se olvida del mundanal ruido de la calle, nos olvidamos por algunas horas de la miseria y ese dolor que está por doquier. Y pienso que será a partir de hoy, cuando las cosas no parecer ser iguales. Que será del hijo que has escrito en tu ser, con amor y entrega total. Y te siento desde ya distante, lejana, inalcanzable, como si en verdad te hubieras marchado hace mucho tiempo. Cuando te sea posible por favor. Recuerda que yo fui muy feliz contigo.

Quizás esta despedida tiene su razón de ser, como muchas que nos han sucedido, no obstante, quisiera decirte que hacia donde vayas , llevarás mi amor y hacia donde camines encontrarás también mi dolor, pues estoy seguro que se ha quedado impregnado en tu ser de mujer, sobretodo en aquellas tardes en que recostada sobre mi pecho , llorabas, dando gracias a Dios porque te sentías inmensamente amada y repetías que como yo nadie, a pesar de nunca haber sido el primero.

Hoy cuando se está en la parte final de una bella historia , también elevo mi plegaria al infinito, porque fui capaz de entregar sinceridad, sin pensar que algún día la partida sería inevitable. Insisto ésto que escribo es una pequeña parte del poema que te he escrito en mi corazón y en cada línea refleja ese amor verdadero que solo pude entregar a mi eterna amante, amiga , camarada, de tantos sueños, de tantas esperanzas y porque no decirlo de tantas lágrimas...

Gracias Susan Lowenstein...

Venezuela, Mi Puerto- 1995
Nombre tomado de la Pelicula El Príncipe de las Mareas.