Cada vez que pienso en tí... Siento una maravilllosa ternura que crece en mi corazón.
Es una cálida sensación que serena mi espíritu y me hace intensamente feliz.
Siempre he apreciado tu apoyo y tu fortaleza. Siempre te he admirado por ser consecuente con tus pensamientos, por tu honestidad, por ser tú.
Te he amado por todo eso y por muchas otras razones que no puedo expresar con palabras. Pero te has quedado estacionado en mí.
No sé que he hecho para merecer a alguien tan especial como tú... Solo deseo que lo nuestro nunca termine, y que continúe creciendo el amor y la felicidad. Que este verano en ésta tu América del Sur, sea inolvidable...
Doris del Monte Mar
Chile, Febrero 2001
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