Tarde de renacer
Como la tarde al final del día... has llegado hasta mí
como el rumor de la tarde misma quieta y silenciosa, hasta mi viniste.
Adormecida en el tormento que tanto daño te ha hecho...
Te encontré gimiendo tus quejidos...
Miraron mis ojos, tus ojos. Todo se lo dijeron,
miraron mis labios, tus labios más... de ellos no nació el beso.
nació en su lugar una sonrisa... la tuya
iluminando todo y como la brisa marina atravesó el espacio.
Vieron mis manos tus manos... miraron tus ojos mi piel morena
y mi pensamiento se cobijó en tu aroma para cambiar tus lamentos.
Hoy eres parte de mi... riendo, cantando, pero sobretodo, amando...
que feliz saberte mía...
Estocolmo-Londres: Marzo 2001
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